viernes, 30 de octubre de 2009
jueves, 29 de octubre de 2009
Los primeros minutos de vida del bebé
Los primeros minutos de vida del bebé
Al momento de nacer, el bebé deja de recibir el alimento a través de la placenta y comienza a cargar sus pulmones con la primera respiración. Los pulmones del bebé, hasta entonces, estaban cerrados y sólo recibían una pequeña cantidad de sangre.
En la vida fetal, la sangre no va directo a los pulmones para que se realice el proceso de oxigención, sino que se dirige directamente al corazón izquierdo y a la mayor circulación del organismo, que se determinan por ciertas conexiones que presentan las aurículas y las vinculaciones que presenta la aorta y la arteria pulmonar.
Una vez que el niño nace y comienza a respirar, los conductos van cerrándose. A partir de allí, se modifica el recorrido de la sangre. Es en ese momento donde comienza a oxigenarse por intermedio de los pulmones.
Los primeros minutos del bebé al nacer deben tomarse todas las precauciones del caso. Por lo tanto, se debe colocar al niño en una fuente de calor para limpiarlo, ya que nace impregnado con líquido amniótico.
A continuación se realiza la tarea de aspirar las secreciones que el bebé pudo haber almacenado en sus vías respiratorias. Todas esas maniobras ayudan al recién nacido a respirar.
Minutos después se realiza un estudio general a través del empleo del test de Apgar, el cual tendrá como finalidad valorar, de forma concreta, la vitalidad del bebé. El estudio consiste en puntuar de 0 a 2 los siguientes parámetros: respiración, color de piel, frecuencia cardíaca, tono muscular y reacción a los estímulos.
La puntuación más alta será de diez. Sin embargo se considera como parámetros normales de siete a diez. En caso de que la cifra sea menor, evidencia que el bebé necesita reanimación. Si es menor a tres debe realizarse de manera enérgica.
Finalmente se concluye con una revisión completa, la cual determina su peso, altura y perímetro craneal. Una vez que se haya realizado la cura del cordón umbilical, se procede a tomar las huellas plantares.
En la vida fetal, la sangre no va directo a los pulmones para que se realice el proceso de oxigención, sino que se dirige directamente al corazón izquierdo y a la mayor circulación del organismo, que se determinan por ciertas conexiones que presentan las aurículas y las vinculaciones que presenta la aorta y la arteria pulmonar.
Una vez que el niño nace y comienza a respirar, los conductos van cerrándose. A partir de allí, se modifica el recorrido de la sangre. Es en ese momento donde comienza a oxigenarse por intermedio de los pulmones.
Los primeros minutos del bebé al nacer deben tomarse todas las precauciones del caso. Por lo tanto, se debe colocar al niño en una fuente de calor para limpiarlo, ya que nace impregnado con líquido amniótico.
A continuación se realiza la tarea de aspirar las secreciones que el bebé pudo haber almacenado en sus vías respiratorias. Todas esas maniobras ayudan al recién nacido a respirar.
Minutos después se realiza un estudio general a través del empleo del test de Apgar, el cual tendrá como finalidad valorar, de forma concreta, la vitalidad del bebé. El estudio consiste en puntuar de 0 a 2 los siguientes parámetros: respiración, color de piel, frecuencia cardíaca, tono muscular y reacción a los estímulos.
La puntuación más alta será de diez. Sin embargo se considera como parámetros normales de siete a diez. En caso de que la cifra sea menor, evidencia que el bebé necesita reanimación. Si es menor a tres debe realizarse de manera enérgica.
Finalmente se concluye con una revisión completa, la cual determina su peso, altura y perímetro craneal. Una vez que se haya realizado la cura del cordón umbilical, se procede a tomar las huellas plantares.
Los primeros minutos de vida del bebé
Al momento de nacer, el bebé deja de recibir el alimento a través de la placenta y comienza a cargar sus pulmones con la primera respiración. Los pulmones del bebé, hasta entonces, estaban cerrados y sólo recibían una pequeña cantidad de sangre.
En la vida fetal, la sangre no va directo a los pulmones para que se realice el proceso de oxigención, sino que se dirige directamente al corazón izquierdo y a la mayor circulación del organismo, que se determinan por ciertas conexiones que presentan las aurículas y las vinculaciones que presenta la aorta y la arteria pulmonar.
Una vez que el niño nace y comienza a respirar, los conductos van cerrándose. A partir de allí, se modifica el recorrido de la sangre. Es en ese momento donde comienza a oxigenarse por intermedio de los pulmones.
Los primeros minutos del bebé al nacer deben tomarse todas las precauciones del caso. Por lo tanto, se debe colocar al niño en una fuente de calor para limpiarlo, ya que nace impregnado con líquido amniótico.
A continuación se realiza la tarea de aspirar las secreciones que el bebé pudo haber almacenado en sus vías respiratorias. Todas esas maniobras ayudan al recién nacido a respirar.
Minutos después se realiza un estudio general a través del empleo del test de Apgar, el cual tendrá como finalidad valorar, de forma concreta, la vitalidad del bebé. El estudio consiste en puntuar de 0 a 2 los siguientes parámetros: respiración, color de piel, frecuencia cardíaca, tono muscular y reacción a los estímulos.
La puntuación más alta será de diez. Sin embargo se considera como parámetros normales de siete a diez. En caso de que la cifra sea menor, evidencia que el bebé necesita reanimación. Si es menor a tres debe realizarse de manera enérgica.
Finalmente se concluye con una revisión completa, la cual determina su peso, altura y perímetro craneal. Una vez que se haya realizado la cura del cordón umbilical, se procede a tomar las huellas plantares.
En la vida fetal, la sangre no va directo a los pulmones para que se realice el proceso de oxigención, sino que se dirige directamente al corazón izquierdo y a la mayor circulación del organismo, que se determinan por ciertas conexiones que presentan las aurículas y las vinculaciones que presenta la aorta y la arteria pulmonar.
Una vez que el niño nace y comienza a respirar, los conductos van cerrándose. A partir de allí, se modifica el recorrido de la sangre. Es en ese momento donde comienza a oxigenarse por intermedio de los pulmones.
Los primeros minutos del bebé al nacer deben tomarse todas las precauciones del caso. Por lo tanto, se debe colocar al niño en una fuente de calor para limpiarlo, ya que nace impregnado con líquido amniótico.
A continuación se realiza la tarea de aspirar las secreciones que el bebé pudo haber almacenado en sus vías respiratorias. Todas esas maniobras ayudan al recién nacido a respirar.
Minutos después se realiza un estudio general a través del empleo del test de Apgar, el cual tendrá como finalidad valorar, de forma concreta, la vitalidad del bebé. El estudio consiste en puntuar de 0 a 2 los siguientes parámetros: respiración, color de piel, frecuencia cardíaca, tono muscular y reacción a los estímulos.
La puntuación más alta será de diez. Sin embargo se considera como parámetros normales de siete a diez. En caso de que la cifra sea menor, evidencia que el bebé necesita reanimación. Si es menor a tres debe realizarse de manera enérgica.
Finalmente se concluye con una revisión completa, la cual determina su peso, altura y perímetro craneal. Una vez que se haya realizado la cura del cordón umbilical, se procede a tomar las huellas plantares.
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